Vivimos en un mundo lleno de frenesí a todo nuestro derredor; el celular que nos gustaba, el cual buscábamos con ahínco y cotizamos por mucho tiempo, que posteriormente compramos, ya al mes no tiene la misma importancia que tenía en relación de cuando lo buscábamos.
Escuche este programa via PodCast: Podcast Por esta Razon Doblo mis Rodillas
El tan añorado sueño de la casa propia no tiene el mismo sabor después de terminar de pagar algunas contribuciones o años pagando el dividendo. Literalmente nada de lo que anhelemos en este mundo nos hará sentir completamente satisfechos.
Vivimos en un mundo delirante que trata mediante distintas ilusiones y fantasías fugaces hacernos creer que lograremos la felicidad completamente, que con sus cosas tangibles o intangibles pero que finalmente todas son pasajeras; sin embargo que sea pasajero no es lo peor sino que cada cosa que nos ofrece este mundo y que decidimos hacer tiene un precio muy elevado y no me refiero al dinero, sino mas bien el tiempo que invertimos dejando en ocasiones a los que nos aman de lado, alejamiento de amigos o familiares y por sobretodo una frialdad de nuestra relación con Dios.
Si Dios desea que tengamos una casa, amen… que tengamos un auto o mas cosas amen y le damos las gracias a Dios…sin embargo todo esto nos fue dado porque Dios es bueno y todo lo que viene de parte de Dios tiene un propósito e independiente de la voluntad de Dios tenga para nuestras vidas; ninguno de nuestros sueños o anhelos se debe transformar en un dios, no debemos arrodillarnos frente de ningún ídolo de este mundo.
No debemos adorar al ídolo del consumismo, no debemos postrarnos ante el dios de la autorrealización, no debemos dar gloria a la sabiduría humana, no debemos arrodillarnos ante ninguna de las corrientes de este mundo, no importa si todos persiguen algún sueño, nosotros no doblamos nuestras rodillas ante nada.
El mundo levanta ídolos y mediante una supuesta fiesta nos pone sus reglas…
(Daniel 3:3-6)
3 Entonces se reunieron los sátrapas, prefectos y gobernadores, los consejeros, tesoreros, jueces, magistrados y todos los gobernantes de las provincias para la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado; y todos estaban de pie delante de la estatua que Nabucodonosor había levantado. 4 Y el heraldo proclamó con fuerza: Se os ordena a vosotros, pueblos, naciones y lenguas, 5 que en el momento en que oigáis el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado; 6 pero el que no se postre y adore, será echado inmediatamente en un horno de fuego ardiente.
Todo es fiesta, imagine la escena; un ídolo de aproximadamente 27 metros de altura, personas de muchas nacionalidades y música de todo tipo, sonidos de distintos instrumentos… eso es un entorno de fiesta, ¿cierto?, sigamos imaginando el acontecimiento; hay mucha gente que sigue la corriente de festividad porque hay algo novedoso y claro es algo muy llamativo el “ídolo del exitismo”, “la casa propia”, “el auto del año”, “el mejor trabajador del año”, “reconocimiento ante la iglesia”, “el mejor vecino”, no se ponga el nombre del ídolo que se le venga en mente, sigamos… antes de cualquier cosa no todo es felicidad; el heraldo da instrucciones de adorar la estatua, y si alguien no lo hace será castigado… puede que el ídolo del exitismo quiera reinar en nuestro trabajo o en nuestras vidas pero para eso debemos adorarlo, darle la mayor cantidad de tiempo posible y sino lo hacemos entonces seremos castigados; seremos considerados como fracasados o mediocres…puede que ni siquiera nos interese ser exitosos, pero; ¿a quien le puede gustar que te consideren como un mediocre?, ¿a quien le gusta que lo vean como un fracaso?... probablemente esta es la base de la doctrina de la prosperidad, sin embargo nosotros como cristianos; ¿como deberíamos abarcar este problema?, quien me jorque que nos enseñe de este punto que el apóstol Pablo;
(Filipenses 3:8-9)
Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,
Si las cosas llegan a nuestra vida; dígale gracias Señor, si tenemos cosas materiales o reconocimientos de alguna índole, amén y toda la gloria a Dios, pero nosotros los cristianos no nos interesa esas cosas; no son prioridad para nosotros, si no lo vemos así, entonces pidámosle al Señor que tenga misericordia de nosotros y perdone nuestro corazón; que gire todos nuestros sueños hacia Él, no una vez pídaselo, todos los días… Dios hará el milagro.
Los hijos de Dios no adoramos ídolos, no doblamos nuestras rodillas ante nada ni nadie, no porque tenemos principios sino porque tenemos a nuestro Dios y lo adoramos sólo a Él.
Comentarios
Publicar un comentario